martes, 1 de julio de 2008

Nuevamente en Tartagal

Hoy, después de haberme despertado a las 4:30 de la mañana para tomar el avión, llegué nuevamente a Tartagal. Pablo M me esperaba a las 3:30 para salir a recorrer dos escuelas que tienen programa con la fundación y la planta de Tecpe.
La primer escuela a la que fuimos es una escuela especial, la única de Tartagal. Las maestras nos recibieron super bien y las aulas eran hermosas. Los chicos iban y venían libremente entre un aula y otra y se respiraba un aire de mucha libertad. No escuché gritar a ninguna maestra. Tenían en la cartelera el nombre ganador para el rincón de lectura, que lo habían elegido luego de pedirles sugerencias a los padres y de hacer una votación general con las 4 opciones finalistas. Votaron todos los chicos, sus padres y el personal de la escuela. Armaron padrones y les fabricaron dni a los chicos. El nombre ganador fue Sueños Mágicos.
De ahí fuimos a otra escuela, en Mosconi. La directora estaba completamente loca y me era imposible seguirle el hilo de la conversación. Yo asentía todo el tiempo, pero creo que hubo algunos momentos en que se debe haber dado cuenta que no le entendía nada. Igualmente, entre el millón de cosas variadas y mezcladas de las que habló, me contó que la estaban ayudando a pintar la escuela y a construir lo que luego sería el rincón de lectura, gente del movimiento UTD (Unión de Trabajadores Desocupados). Pablo Tecpe me contó que desde la empresa a él le tenían prohibido hablar con cualquiera de UTD porque eran los que les habían quemado y asaltado la planta que tenían anteriormente.
En general, la gente del movimiento recibe un plan y a cambio hacen trabajos en las escuelas y hospitales. Desde la escuela, les daban un certificado de la ayuda que les habían prestado y, como la mayoría tenía causas por cortes de ruta, ese certificado les alivianaba la pena.
A la entrada de la escuela había una especie de kioscos de lo más pintorescos.
De ahí me llevó a la planta de Tecpe. Después de recorrer un camino de ripio de varios kilómetros y cruzar dos barreras de seguridad, llegamos a unos containers que son las oficinas. Y detrás una cantidad de caños inimaginables que, según me contó, separan el gas del petróleo (del pozo sale todo junto). Después de controlar libros y cajas y de reencontrarme con el petrolero amigo de la otra vez (y charlar nuevamente sobre cine y el sur), me volví en la combi de la empresa. Entre las múltiples medidas de seguridad y carteles alusivos (a la entrada a la planta hay uno que cuenta los días que hace desde que no hay un accidente que les hace perder la jornada de trabajo), en el micrito había un cartel que decía: No limpiarse las manos en las cortinas ni en los asientos (¡!).

A lo largo del día, tuve una serie de conversaciones con Pablo Tecpe que, al igual que la vez anterior, me dieron dolor de estómago. Aquí van algunas partes a modo de muestra:
- Cuando llegamos a la segunda escuela, según Pablo habían elegido libros que no correspondían porque no eran “lectura por placer”. Por ejemplo, libros de información u Operación Masacre de Rodolfo Walsh (que para él no era acorde). Después de intentar explicarle que sí podían incluirlos y al ver que jamás iba a escucharme, decidí callarme y no volver a opinar sobre el tema. Pero al llegar a la escuela, le comenta a la directora que hubo unos problemas al elegir los libros, que eligieron libros que no correspondían. Que él mañana le iba a decir cuáles eran para que ella ajustara lo que tenga que ajustar con los maestros correspondientes. AHHHH!!!!!!!!!!
- Cuando pasamos por un barrio de wichis, le pregunté si tenían alguna relación con ellos. Me dijo que no, que con los de esta zona no porque eran muy vagos. Pretenden que todo les venga de arriba y ni siquiera agradecen.
- Me contó que reinauguraron un nuevo pozo y que hasta último momento se especuló con que viniera Cristina a la inauguración. Que al final vino de Vido. Que se movilizan en helicóptero y que cuando se da una visita oficial la empresa es la encargada de cubrir todos los gastos, de la comitiva, de los que vienen una semana antes para ver el tema de la seguridad, etc. Que con todos los chiches, incluyendo helicóptero, puede llegar a costar 100.000 dólares. Y que igual les conviene.
- Que el alquiler del equipo necesario para instalar un pozo tiene un costo de 45.000 dólares por día y entonces que un corte de ruta te impida llegar al pozo un día, te da una pérdida que hace que cualquier solución a ese corte te convenga.
Creo que esto es todo por ahora. Me voy a comer al comedor del hotel donde probablemente haya varias mesas de hombres comiendo solos, frente a la gran tele que, seguramente, esté pasando un partido de fútbol.