domingo, 26 de octubre de 2008

Por las calles de Roma

Y se iniciò el viaje... en Roma. Bella Roma. La llegada fue impactante: una cola larguìsima y que avanzaba a paso de tortuga para los no pertenecientes a La Comunidad (entre los que estaba lleno de muejres que creo que venìian de la India: tenìan sus brazos tatuados en negro, con unos dibujos hermosìisimos en las manos y en el antebrazo y unos pelos negros, negros, largos y atados en una trenza; y de otras personas de algùn paìs àrabe... era raro formar parte de esa cola... pero a la vez me gustaba...). Y despuès pasear por las callecitas de acàa. Hermosas. De repente se cortan y hay que bajar unas escaleritas, de repente aparecen unas ruinas en el medio de la nada y siempre, siempre, hay un restaurante con mesitas afuera y una enredadera verdìsima cayendo...
Algo raro que pasò fue que subìi a un colectivo (apretadìsima!!) para volver porque ya estaba agotada y de repente mucha gente empezòo a gritar: descendere! descendere! y se bajòo a lo loco. Pensèe que era un policìa para controlar (todos viajan colados) pero despuèes me di cuenta que era un mendigo. Apestaba. Y se armòo un vacìo incrieble alrededor de èl. Muy fuerte. Hasta que en la parada siguiente subiò un montòn de gente nuevamente y una seniora le pidio que se bajara. Increible...
Bueno, eso es todo por ahora.. me voy a dormir que todavia me quedan unas cuantas cuadras hsata el hostel y maniana tengo que madrugar para partir ya rumbo a Berlin.
Muchos besos a los que lleguen a leer esto... es extranio que sea tan impersonal... en fin. Besos. Y chau.

1 comentario:

Fastidio dijo...

Hola Vero!
Me gusta mucho tu blog, no lo había visitado antes, no es para nada impersonal, no lo creas así, es otra manera de comunicarse. Me parece que transmitís muy bien las sensaciones que uno puede tener en un viaje.
te mando un beso,
Cris